El que fué poeta

El, que fue poeta tantas noches, que tuvo cosas para dar, cosas sin nombre. Yo no sé qué le pasó, pero una tarde de un otoño amargo, casi rancio, quemó su nombre en una hoguera. Lo escribió en una hoja de papel y lo quemó: "Dominga Marcial" escribió, y lo quemó.
Sin lágrimas, sin aires de dignidades que le eran ajenas, sin dolor, sin nada, su rostro aparecía estupefacto en el reflejo de ese fuego. El bosque observaba en silencio el arder de su propia madera, y era de noche y al agua del lago daban ganas de llorar mirarla.
Mientras tanto, en otra parte ella, una mujer que no lo quería, ardía sin poder saber por qué. Otro lago se formaba en aquella habitación vacía de algo, no salía de su pecho, el fuego salía de un lugar sin nombre en el cuerpo. Otro bosque se formaba, y crecía y observaba, en el silencio, el brotar de su propia madera.
Yo no sé qué le pasó. Esa mujer no volvió a verlo, ni él volvió a sentir tanto bosque entre los brazos como cuando la abrazó la última vez.
Vivió siempre entre los edificios. "La ciudad me mantiene distraído" me dijo una vez, "y mi mujer nunca se entera si me voy de putas, no es como en los pueblos chicos". Yo no sé qué le pasó, él que fue poeta. Si se cansó de perder tiempo en vivir vidas imposibles, de tener amores de cine, o si habrá querido hacer del resto de su vida la más absurda poesía. Pero se la pasa en el bar, tomando grapa o vodka, y nos cuenta historias del pasado, de cuando escribía versos gastados, y del día en que la mujer que amó se convirtió en árbol.
de Edwardo Almereyda. "El libro de los hombres mudos"
5 comentarios:
recuerdo aquella interminable, inentendible, indecible y tantos otros imposibles que dicen que el sujeto de la enunciación es siempre un lugar vacío a ser llenado por el encuentro de un cuerpo. pués bien, así me siento hoy con su texto, querido colega.
que siga bien, por mi parte he de leerle gustosamente.
salud y alegría!
que cosa linda de leer!!!!
tiene una casilla postal, una caja, un arbol donde se le pueda dejar un regalo?
Bueno, siempre un cuando usted no sea un psicópata y el regalo una bomba puede dejarlo en el arbol que usted prefiera para que yo lo recoja.
Gastón, amigo mio, me ha tocado una vez más, al mismo tiempo el ego y el alma, se lo agradezco profundamente, ja, pero no malgaste sus letras en halagos que me averguenzo mucho y solo puedo responder estupideces como esta.
saludos y alegrías!.
¡Bello!
¿Los hombres mudos en vez de manos tienen ramas?
¡Saludos desde el zaguán!
a veces si. a veces tienen ramas, a veces no tienen nada, y a veces manos nomas, como el resto de los hombres y ya. Depende de qué sea lo que toquen, como siempre.
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