tus venganzas son pequeñas, son filosas.
son un reloj que me quita tiempo, me quita sueños.
¿tus venganzas te duelen tanto como a mi?
tus venganzas son ciegas, tan ciegas que parecen mentira
increíbles, increíble sabor amargo y para adentro,
de llorar, de morderme, de engañarme y de quererme ver herido.
como una hoja que tiembla de viento y de frío, y se desprende
y se muere a tus pies. siempre derretirme en tu silencio y en tu hastío,
cuando solo encuentro un cuello inerte, inexpresivo, abandonado.
pienso que te he perdido, y que me odias,
y aun así, despojado, acobardado, rechazado y maltratado, no perdonado,
aún así te amo, y me suicido de a ratos, mientras duermes en mi cama
impiadosa, inexplorable y vengativa.