miércoles, marzo 14, 2007



ascensor bruscamente y largo pasillo con decisión. No, como de costumbre, prender la luz, la pared: distancia, su departamento: avanzar. tenía perfecto dominio del espacio en el que se hallaba. no tan fácilmente, la puerta se hinchaba con la humedad y las maderas del piso. Para entrar como un ladrón en su propia casa vergüenza.
Se había dejado estar y casi no se había dado cuenta del paso del tiempo. Ni siquiera las incontables plantas. La obligación se sentía mal. O sería tal vez porque nadie en ese tiempo, ni siquiera quienes lo habían prometido, y ni aunque sea por haberlo ilusionado.
Se miró los pies y miró pasar el tiempo. Tenía hambre hace rato. Pretendía tener otras cosas, las. Luego de quién sabe cuanto tiempo, el abrigo lo colgó del respaldo y lo colgó en el placard, la habitación le daba pereza. La cocina, la llave del gas, heladera olla calentar, fumar, volvió y lo encendió sillón, cenizas en el piso, esa noche en la calle lloró y tembló.
Decidió que ya no. Miró el reloj, sueño se mantuvo despierto, empero. El final del día, y aún ciudad, departamento, sillón.
música nada whisky despacio, como las personas importantes.
Mejorar sabrá bien, saberá. Será nomás mejor mañana, ¿no?.

6 comentarios:

aldo pellegrini dijo...

quizás nada tenga que ver con vuestro relato -aunque creo que sí-, pero heme aquí que he recordado unas reflexiones sobre el reino mesiánico en Walter Benjamin -que, claro, era más ateo que yo, que todavía creo que el tenedor en la cerveza destapada impide escapar el gas-: decía aquél que en el reino concretado nada sería tan diferente, sólo que, allí dónde hoy está el café o el mate sobre la mesa, allí se encontraría también, sólo que con una leve diferencia, un breve lapso a recorrer.
y ese lapso, esa distancia es la que nos separa del tiempo mesiánico. la enorme, abismal distancia.

piénselo.

salud y alegría!

AlmereydA dijo...

debería yo, que he comprobado que aquello del tenedor es una gran mentira, investigar primero acerca de qué es lo que es el tiempo mesiánico, el reino mesiánico. de otra manera me sería imposible pensar en esto y lograr algún resultado. Podría usted, amigo, si dispone del tiempo suficiente, darme una rápida información acerca de este tema. Y me ahorraría entonces tediosas recorridas por libros de la abuela y cosas así. Verdaderamente me interesa, y verdaderamente sospecho que tenga que ver con el relato, aunque no haya sido pensado así. saludos y gracias varias.

Anónimo dijo...

¿Todo esto del tiempo mesiánico tendrá que ver con esa cámara lenta que imagino para el video nunca hecho de "huyendo de la cama hacia el living"?
En qué cosas pienso, si sólo soy un camionero.

aldo pellegrini dijo...

bueno, siempre es mejor leer a benjamin y no a ventríluocos improvisados, pero ahí va:
en la alegoría a un tiempo mesiánico hablaba él de la concreción de 'la' trascendencia, de una trascendencia, mediante un paralelismo con el tiempo mesiánico de la thorá, ya que él era judio, para hablar discretamente, cifradamente, del ideal que muchos marxistas proponían como trascendencia terrena, el comunismo.
Él con su alegoría no hacía otra cosa qué decir que sería lo mismo, pero con una distancia dada en la auto-conciencia de sí -por esto es que la distancia a recorrer es una gran distancia, un gran salto.
Una apretada mala síntesis mía, acaso. y otra no menos apretada síntesis, por cierto algo incoherente, con vuestro relato.


en fin.

salud y alegría!

Anónimo dijo...

decia amigo, cuando no funcionaba el maldito dispositivo, que entonces ha sido exacta su interpretación, y exacta la cita. sorprendentemente exacta me gustaría agregar.
En cuanto a la incoherencia, que viva, si es parte de todos.

no recuerdo haber visto aquel video, en la tierra de los videos nunca hechos y las cosas jamás sucedidas, señor camionero. un dia destos me subo a su camión y nos vamos para allá, le parece?.

ah, habla edwardo, desde no se que error en el servidor.

Anónimo dijo...

Me parece tan bueno como un jarro de cerveza lleno hasta el borde.