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Ambar Miraciel
mujer de otro tiempo

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De cuando los hombres se enamoran a primera vista de las muchachas que pasean por el centro con sus nodrizas, y que escriben cartas perfumadas, y las invitan a pasar un fin de semana en su casa de campo, y organizan cenas pomposas tan solamente solo para tomarlas de la mano, si se sientan a su lado. Ahi vivo yo.

Cuando los padres enloquecen por los celos, y amenazan a sus hijas con meterlas de novicias, sepultarlas vivas en algun convento oscuro y represivo, al extremo de la vida, junto a dios y todo eso, donde las obligan a perder el sexo.

Bordando con mi madre almohadillas para todos los salones de la casa, y tomando el té con las mujeres, y bailando a saltos con las esclavas, corriendo por las calles con amigas, sonrojándome y riendo, y yendo a los alegres bailes de los hombres ricos, y y tomarlos de la mano si se paran a mi lado. Asi vivo yo.

Con vestidos de volados, flores en el pelo, con el cuello siempre fresco, con sonrisas de verano, esperando enamorarme de ese hombre apasionado que pasea en la ventana cada dia con acero en la mirada, y que con tan solamente solo verme ha venido a decirme que me ama.

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Necesito que te mueras

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o que vengas a quererme y que te mueras

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para seguir saliéndome de aquí.

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Y que trates de tratarme como a una mujer herida,

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que no seas más escurridiza. Porque así me siento.

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Necesito que me quieras

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o que vengas a buscarme y que me mueras,

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que mates algo que te duela.

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Y que dejes de dejar de espabilarme,

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para aletargarme, porque así lo quiero.

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Necesito despertarme

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o dormirme para siempre en tu belleza,

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no estés lejos si estás viva.

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Y que empieces a querer que esto sea un juego,

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jueges o no jueges ven a verlo.

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Tómame la mano algo más fuerte

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o por lo menos sé valiente y ven a verme.

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