jueves, junio 21, 2007

Tanta agua ha corrido bajo el puente, y sin embargo esa piedra sgue ahí, como en mi zapato.
quiero estrellar mi cabeza contra ella. Prometí seguir, prometí tantas cosas.
Dije creer en algo etéreo, intangible, resistente al tiempo.
Dije no creer en eso, me dije. nos dije confusamente que tan confundido estaba y me fui. desaparecí.
pero el rio sigue estando, y me mira el reflejo con expresión de tristeza, de nostalgia, de ansiedad.
Cada tanto tengo ganas de salir corriendo y zambullirme allí.
La cabeza, la piedra, el río. Los papeles invertidos y una canción que sigue sin sonar.

1 comentario:

Laviga dijo...

Bueno, digamos que no es una buena idea esa estrellar la cabeza contra una piedra que cabe en un zapato.