calle abajo
Eduardo como una boya en el mar. Pero feliz. Un feliz Eduardo todo lágrimas o todo revolotear de alguaciles boyando por la ciudad, esperando un micro más. Parado, sin pesar, Eduardo sabe esperar y desesperar. No pesa pero siente peso delante y detrás, mientras llora como un tonto. Ha sido un día especial.
Especialmente Eduardo pegado al cuero pegado al respaldo pegado al asiento pegado al micro, despegado de Eduardo, siente hoy más que todos lo que pasa a su alrededor. Quiere, como nadie en este colectivo, retenerlo todo y llevárselo a casa pensando en que tal vez dure hasta mañana esta emoción. Sencillamente Eduardo despegar en el micro y apretar en los brazos el último rayo de sol. Sonrisas del afectado Eduardo junto a la ventanilla y tras ella la ciudad, no su ciudad, no la de Alumbra, pero la ciudad de ambos, la que se guardó toda su agresividad para regalarles lo otro, lo que había en la parte que no es la palma de su mano, en la camisa, en la ventana, en el tiempo subjetivo de los que se duermen al amanecer.
La ciudad es la ironía de la belleza dentro de lo horrible, hija de un dios dadaísta y aburrido. Pero como para quienes saben que hay más, para los afortunados aquellos para los que siempre hay más, también para Eduardo y también para Alumbra hay más que la ciudad, y por eso aprendieron a amarla. Y bajar, intocable astronauta Eduardo caminando sobre terreno lunar, esparciendo luces allá y aquí. Canta, Eduardo es feliz.
de Edwardo Almereyda. El libro de las flores.
martes, enero 30, 2007
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6 comentarios:
y quizás el efímero momento que el amor vuelve eterno suspenso de este mundo que no comprende tal maravilla, el del tiempo y el espacio aburridos como mesas atónitas en los bares que esperan, conmueva a los dioses dadaístas algo enfermos de silencio.
y quizás emprender la deriva por esas ciudades-monstruos atestadas de momentos que esperan bajo la trama grasienta de estridente colorete, no sea más que un maravilloso detournement dadaísta que conmueva los días que esperan
genial el texto de Scalise,
salud y alegría!
bueno asi es, eso deseariamos, claro. quizas suceda, habremos de tener el coraje de averiguarlo.
por otro lado pido disculpas por la mala organización del espacio que ha provocado alguna confusion. El genial cuadro que aparece arriba fue creado por Federico Scalise, mientras tanto el texto (que no tiene titulo alguno) es de mi autoría, y bastante menos genial.
ah muy bien, entonces debo confesar que tengo pendiente conocer al mencionado.. y google algo sabe -mejor, quienes diagraman sus busquedas, aunque quizás unos programas...-, quizás no suficiente..
en cuanto a lo suyo, está muy bien, no crea lo contrario!!
saludos!
Micros mintiendo multitudes migrañas muertes manteniendo mutilaciones mediocres miserias martirios mejunjes
Mar.
Suciedad supura soledad sociedad satírica sin sentir saboreando sobras salvajes supliendo sobiredades salpicando sangre
Sol.
Arcadas arrasando artimañas apuro alérgico adjuntado al asecho atragantada apatía anestesia al amor asco
Árbol.
...
¿¿qué estamos esperando??
esperar siempre ha sido uno de mis mayores defectos. Y lo he pagado caro. Ya me cansé de esperar. Nada llega, es uno quien debe vivir llegando.
Le llegará este abrazo a usted, Dear Edward. Espero que sí...
Siempre lo recuerdo. Cómo está?
Un beso, colibríes.
Mlt.
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