jueves, noviembre 16, 2006



los ecos en mi oido, los ecos de sonidos demasiado presentes. la música del norte que me sobrecoge. las imágenes que las músicas del norte traen hasta mi frente (pues es en es parte del cerebro donde se forman las imágenes, sin dudas) las imágenes de la imaginación que surgen a partir de als músicas del norte y de sus ecos, que me sobrecogen. en el oido y en la frente.tanto sentimiento se desborda, y hace aguas. se me escapa y chorrea, creo, por mis manos y mis pies. por el puño de la camisa y por la botamanga del pantalón, se chorrea. una vergûenza bárbara. ¿donde se ponen tantas cosas? será que hay que hacer música como la del norte, o dejar de escucharla. solo que las dos cosas me parecen imposibles. así que seguiremos adelante, chorreando, qué se la va hacer. mojandome los zapatos, mojando la vereda, mojando el ascensor, dejando un repugnante reguero hasta la puerta del departamento.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

siemrpe hay soles que secan, por si acaso...hasta matarnos de sed otra vez.
nunca inútil embriagarse con agua.

Anónimo dijo...

Aliviador, nunca me fui. Lo estuve leyendo post por post- Pasa que ando media oligofrenica para los comentarios, sumado a que es noviembre... usted sabrá.

Si hasta lo agregue a mi lista de
recomendados.

Le mando un millón de amigos así más fuerte puede cantar.

AlmereydA dijo...

Creo que en realidad lo imaginaba, amiga, pero vio como somos los muchachos, que necesitamos llamar la atención cada tanto. un poco como perros. que puedo decir. aun no se como agregar gente a mi listita, pero cuando lo resuelva prometo reservar un puñado de tierra y hierba para usted.
En cuanto al visitante glosoliense, saludo con alegría su visita y espero sea la primera y no la única. más allá de que, no se si los abe usted, yo creo que al sol hay que regarlo, adhiero a la borrachera total siempre que sea en pos de la alegría. hasta pronto.